miércoles, 23 de julio de 2014

Misión de Jesús, tarea de las CEB


Tuxpan, Jalisco, 23 de julio de 2014

El XIX Encuentro Nacional de las CEB sigue despertando esperanza. Las experiencias compartidas animan a seguir caminando en el esfuerzo por construir el Reino de Dios. La mañana de este miércoles 23 de julio de 2014, el núcleo Tuxpan inició la oración implorando la presencia del Espíritu Santo, impulsor de todo cambio en la Iglesia y en la sociedad. De esta manera se dispuso para pasar al segundo momento de trabajo del encuentro, correspondiente al paso del método de las CEB, el “PENSAR” desde Dios.

Un momento significativo en el inicio de esta jornada fue la efusiva participación de las “Antenas”, servidores del encuentro, que de manera creativa rescataron la vivencia del día anterior. Como pregoneros, elevaron los gritos de Dios percibidos al VER la realidad: ¡Alto a la destrucción ambiental! ¡Alto a la violencia! ¡Basta de injusticias…! Unido a este momento, la comisión de noticias echó una mirada a la realidad de nuestro país y nos compartió cuatro noticias del acontecer nacional y regional. En los comentarios posteriores ante estas, se dijo: Hay que tener cuidado de las noticias, que a veces traen detrás otros intereses y lucran con la verdad y bondad de las personas.

La jornada de trabajo estuvo iluminada nuevamente con la exposición del Padre Francisco Ibarra, quien señaló que “El inicio de la predicación de Jesús estuvo marcada por el anuncio del Reino de Dios y la invitación a la conversión y a la fe. Y aunque Jesús –como todo judío- nunca dio una definición de lo que es el Reino de Dios: toda su vida, su predicación y acción, son expresión y manifestación de ese Reinado”. 

También nos compartió que la Misión de Jesús consiste en anunciar y hacer presente el Reinado de Dios, que implica la vivencia de la justicia, la construcción de la paz y solidarizarse con quien menos tiene. Cuando se asume el Reino de Dios, se asimila el proyecto de Jesús que es ante todo proyecto de liberación y de transformación de la realidad de pobreza para revestir toda justicia en dignidad.

Las cuatro experiencias de las CEB, compartidas el día anterior, muestras signos de la presencia Dios. A partir de ellas se percibió el palpitar del Reino, presente en 1) El servicio y la comunión que se vive. Se rescata, además, 2) La entrega de los agentes de pastoral que viven el Evangelio y que se comprometen en la búsqueda de la verdad. Otro signo visible del Reino lo hallamos en los esfuerzos por 3) Responder al llamado al servicio a partir de los nuevos rostros de Dios: se habló de las familias desunidas, de los niños obesos y de los ancianos olvidados. Unidos todos y todas por un proyecto común.

Texto: Isela, Alfonso, Eduardo, Cashilda y Heriberto.