martes, 22 de julio de 2014

Iglesia de colores


Por Ingrid Marlene Leguer y Cristian Rodríguez Pinto. Fotografías por José Luis Adriano.

 “La Iglesia en la base está donde la gente se juega la vida”: dice el primer documento sinodal de la Diócesis de Ciudad Guzmán.


Color y fervor, alegría y esperanza. Son más de 600 de todas las edades, figuras y tamaños provenientes de 38 diócesis y 21 Estados de la República Mexicana que se congregan para celebrar sus esfuerzos y experiencias por anunciar y hacer presente el proyecto del Reino en medio de sus comunidades.

Fortalecer la iglesia, pueblo de Dios, en los barrios, colonias y ranchos es el objetivo en el XIX Encuentro Nacional de Comunidades Eclesiales de Base. El lugar, en la sede de Ciudad Guzmán. La celebración de apertura en un espacio enclavado en el fértil valle lleno de vida, ubicado en el camino viejo entre dos pueblos del sur de Jalisco cargados de historia: Sayula y Usmajac. 

Un cristiano triste es un triste cristiano

“¡No tengan cara de momia!”, dijo el párroco José Sánchez, coordinador de la sede. Después de que todos desayunaron, a las 11:15 de la mañana inició la ceremonia.

Del norte, sur, este y oeste de la República, desde Tijuana hasta San Cristóbal de las Casas; desde Tampico hasta Puerto Escondido. Se presentan, todos con alegría en un ambiente de fiesta. Camotes, tamales, chiles poblanos, danza de los tlacoloteros, marimba, café, el transporte de las “peseras” del D.F en dirección al Reino de Dios, representantes ecuménicos, pancartas de #YoSoy132 y la CNTE, son jarocho, ritual xontal, el corrido de Chihuahua, tunas, sones jaliscienses…Cada región compartió sus vestimentas, bailes, cánticos, estampas y muestras de su gastronomía. 

La multitud entusiasmada aclamó a la cantautora Rosa Marta Zárate.

- “El éxodo es doliente con sangre va marcando / paso a paso dejando la huella del amor / seremos sólo un pueblo / la raza de esta tierra / el continente libre del imperio y la invasión”, entonó.

Al unísono los asistentes entonaron cantos que expresan sus sueños y esperanzas tales como Iglesia sencilla y Signo de esperanza. Con aplausos acompañaron la entrada solemne de la Palabra de Dios en medio de la asamblea: “Vamos hermanos, toditos con amor, a escuchar la palabra del Señor” mientras rodeaban el altar maya, símbolo de la vida, que se encontraba en el centro del lugar.

Representantes de la Diócesis de Coatzacoalcos, Región 6, avanzaron por el pasillo central hasta el sitio del altar. Una servidora llevaba consigo un cirio pascual color café, adornado con semillas y hojas, al tiempo que se escuchaba el profundo sonido del caracol, signo de convocación. 

Después de leer el texto del evangelio de san Juan que nos invita a vivir la unidad, don Braulio Rafael León Villegas, obispo de la Diócesis anfitriona, recibió el cirio pascual, como signo de la entrega de la estafeta de la sede, de manos de la delegada de la Diócesis de Coatzacoalcos, Veracruz, sede del anterior encuentro nacional celebrado en 2008. Los asistentes, testigos del hecho, manifestaron su alegría con aplausos y un abrazo de paz. 

Al término de la celebración, los participantes compartieron unos sabrosos tacos preparados por el cariño de los hermanos de la segunda vicaría pastoral de la Diócesis. Alrededor de las cuatro de tarde, emprendieron el camino hacia Amacueca, Ciudad Guzmán, Tuxpan, Tapalpa y Tizapán el Alto que son los núcleos donde se llevará a cabo lo programado en este XIX Encuentro Nacional de Comunidades Eclesiales de Base, con la esperanza de ser “Pueblo de Dios en camino, forjando un nuevo destino”.